17.10.08

Complejidad






Complejidad, arte y estética? A todas estas que es eso.. que es el tal arte, que es lo complejo.. que es la tal estética? La estética es compleja, tan compleja que fácilmente podría uno extenderse 5 páginas hablando que es la estética... y lo complejo aun mas, sería tan complejo de explicar que para tener al menos un pequeño fundamento, lo ideal sería comenzar -valga la redundancia por el comienzo.
El comienzo es complejo, complejo hasta el punto que aunque rasguñamos la comprensión de algunas cosas, no logramos aun definir la respuesta a la pregunta máxima es mas... tenemos la pregunta?? La vida es algo que no podemos, no logramos y espero, no logremos nunca definir, ese misterio que aletea en nuestra mente, ese origen ese fin, ese transcurso entre ambas que llamamos vida, eso, eso es lo complejo. Lo complejo es esa serie de interacciones, esa concatenación de eventos inesperados, ilegibles, i-rrelacionados de cosas que llamamos vida. El trinar de un pájaro en la mañana que por alguna razón es mañana, y alguna razón pájaro, el ir y venir de un ser humano en su ciudad, las interacciones –aparentemente insignificantes- que dieron origen a lo que ahora llamamos sociedad, el giro inesperado de un cardumen de atún, confuso como el mismo, irreverente, in- controlado, esporádicamente espontaneo, que aunque no lo comprendamos, es la base de la pirámide de nuestro día a día. Aunque no siempre fue así, no siempre se tuvo este concepto de complejidad, antes de lo que podríamos llamar el cambio de paradigma, la comprensión de la vida y las leyes que la rigen estuvieron sujetas a la mecánica, a la física newtoniana, a un cambio de escala de comprensión de la materia cada vez llevándonos a un acercamiento progresivo al interior mismo de la materia. En 1905 Einstein con su relatividad, Hacia 1913 Bohr ya se aproximaba a la estructura de la materia, presentaba entonces su modelo del átomo. Electrones, protones y neutrones en constante movimiento y aparente orden, giraban en orbitas definidas, Y para 1925 se puede estimar el nacimiento de la física y mecánica cuánticas; a manos del alemán Heisenberg, Werner Heiseneberg.
Con estos descubrimientos, la cortina de humo fue disolviéndose, se vislumbraba una borrosa y caótica imagen, un alto que ignoraba las respetadísimas leyes de la física, las irrespetaba, los cimientos de nuestra comprensión de las cosas, el tiempo y el espacio, es más, la vida misma, se sacuden violentamente, la mecánica clásica, el principio de electromagnetismo, no aplicaban de la manera usual a estas minúsculas unidades de la materia, partículas subatómicas, quarks y leptones son indiferentes a las preciosas leyes, bien indiferentes no pero la predicibilidad del modelo mecanicista era reemplazada por un caos aparente, a una escala casi inconcebible. Todo lo conocido se empieza a venir abajo al abrirse una nueva era de conocimiento, un campo extraño, desconocido, empieza a sonar por ahí la incertidumbre, surgen nuevas preguntas sobre la mano invisible que mantiene unida la materia, sobre el tiempo, sobre la causalidad y sobre la dimensión real del principio de causa- efecto.

Redes e interaccion
Es sobre este principio de causa efecto, acción-reacción, que podría yo atreverme a definir toda esta maraña de ideas que forman lo que estamos entendiendo como complejidad. Si, la complejidad es una inmensa red de actores o agentes, llámense átomos, quarks, partículas, materia, seres vivos, fuerzas magnéticas, viento, hormigas, humanos, ciudades, etc. Donde cada pequeña acción de cada agente, o de cada pieza que compone al agente, por así decirlo, cada una de esas pequeñas acciones causan reacciones en todo el sistema, es entonces donde nos enfrentamos a un sistema imprevisible, impredecible, con un numero incontable de interacciones en el periodo de tiempo más corto que podamos describir, y siendo entonces el “todo” un sistema de tales características, nuestra comprensión del universo y la vida cambia de manera radical, hay un cambio de paradigma, bienvenido mundo a la era cuántica, una era donde las normas o axiomas no están definidas totalmente, son impredecibles, un mundo donde apenas llegamos a tener una muy leve idea de lo compleja de la interconexión de todo en el universo, una era donde no podemos ya pensar –a ningún nivel, ni en ningún área del conocimiento- en sistemas cerrados, aislados, es la era de la complejidad.
En este punto todo este asunto de la complejidad debe estar sonando como algo muy inherente a la física, las matemáticas y puede no parecer tan ligado a otros campos del conocimiento, pero si bien la primera afirmación es correcta, también es correcto recordar que esa cosa llamada complejidad está presente en todo, es la red neurálgica de la existencia, no solo mantiene unida la materia sino que nos ayuda a construir conocimiento, ciudades, redes sociales, la naturaleza como la conocemos, el arte, y todos los matices de la vida desde el Angulo que lo observemos. Como se menciona en el libro de Steven Johnson “Sistemas Emergentes”, el comportamiento complejo es la base de la emergencia, la realización ultima de pequeñas interacciones a nivel micro, que reflejan asombrosos resultados a nivel macro, reglas simples –axiomas- que tras cientos, miles, millones de repeticiones o iteraciones presentan patrones, de cómo estos patrones también pueden ser considerados ahora como agentes, conformados a su vez por agentes más simples, comienzan a entretejer un ciclo que parece no terminar, unos cambios de escala gradual en tanto que se pasa del nivel micro hacia el macro con nuevas interacciones entre nuevos sistemas en cada nivel de la escala, para ilustrar esto, me atrevería a elaborar un ejemplo.

Vamos a tomar el caso de la vida misma, el ser humano y sus diferentes implicaciones o etapas dentro de esa transición de escalas de la que estoy hablando. La base de la vida es la célula, la célula como tal es un organismo “descerebrado”, incapaz de comprender todo su entorno, (al igual que nosotros humanos no comprendemos nuestro entorno aun) la célula por sí misma no muestra signos de inteligencia alguna, pero la célula como tal está regida por una serie de instrucciones-axiomas, parte de una gramática establecida como por arte de magia, que le dicen a la célula, divídete, únete a determinadas células, es entonces como de un conjunto de reglas simples se empieza a formar una vida, células nerviosas, Oseas, sanguíneas, todo comienza a tomar un orden especifico, como si fuese parte de un plan maestro, el ensamblaje organizado de un cuerpo humano, pero que pasaría si se supiese entonces que no existe tal plan maestro? Que no existen coordinadores ni planes prescritos? Sucede que la maravilla de la vida es causa de interacciones sencillas como las descritas anteriormente, sin conocimiento alguno del entorno, del resultado esperado, o de la totalidad de lo que conformaran, importante notar en este momento entonces, el concepto de auto organización. Desde ese transcurso entre la primera célula y un ser humano adulto pasaran millones de millones de millones de ciclos, de interacciones simples a nivel biológico que dan forma a lo que somos, pero si bien somos una interacción de nuestras células –agentes del sistema, una vez conforman un colectivo, forman un nuevo sistema que interactúa con sus semejantes, dos niveles de conformación y podemos aumentar la complejidad, entonces esa interacción de sistemas dentro de nuestro cuerpo nos dan la vida, es así entonces como una vida se transforma, ahora, en un agente que está involucrado en un sistema, pero que a si vez está formado por varios sistemas. Entonces el ser pasa a ser un agente simple también interactuando con el sistema de su ciudad, su familia, sus amigos, sus vecinos, su país, su mundo su universo. La cadena no tiene fin, y son estas mismas interacciones simples las que a nivel macro, también están dando la pauta del correr de la vida, de la evolución misma, esto se conoce con el termino bottom-up o de abajo hacia arriba, de las unidades más básicas a los sistemas complejos. Es sobre este principio que se puede explicar entonces nuevas concepciones de la estética por ejemplo, una estética que se adentre, no que mire desde afuera, desde las bases hacia el exterior, una estética que no existe, se hace, se va haciendo desde abajo hacia arriba, al igual que la construcción de conocimiento, muy relacionado a la inteligencia colectiva, pequeñas ideas que van desencadenando reacciones a manera de bola de nieve, que adhieren cada vez mas agentes dedicados a X tema especifico y desarrollan increíbles aplicaciones, tecnologías y teorías, todo esto desde una in-inteligente célula que sabe obedecer normas sencillísimas.




Si entendemos entonces este concepto de pequeñeces, podríamos empezar a entender cómo se desarrollaron corrientes artísticas, como emergieron patrones arquitectónicos, como el “ballet invisible” del que habla Jane Jacobs en su libro Vida y muerte de las grandes ciudades, pequeñeces como miradas, caminar por un determinado lugar, van esculpiendo el paisaje urbano a largo plazo, nos lleva a imaginar cómo podremos reproducir la vida, como podríamos plasmar en una obra de arte los axiomas de la evolución, como podríamos llevar a la raza humana a un nivel de comprensión del universo y a desarrollos futuristas, al análisis de una sinfonía, a la creación de la misma por otros medios, en fin a un sin número de aplicaciones que serán de absoluta trascendencia en nuestro desarrollo.
Para concluir entonces, solo bastaría decir que estamos ante una caja de pandora, a un número infinito de interrogantes y respuestas. Entendemos ahora mas como lo tangible y lo intangible, la materia y el pensamiento, las cadenas de átomos y las redes sociales, se tornan en un mismo todo, bajo un mismo parámetro; la interdependencia y retroalimentación, todo influye sobre todo y es a su vez influenciado y es en estos términos de caos aparente y orden oculto que podemos decir que la complejidad lo es todo.
Rodrigo Lloreda A.